En un viaje
hasta Liniers vi miles de personas, me cruce cientos de rostros que denotan
necesidad. ¡Que injusta que es para algunos esta vida! Personas durmiendo en
los pasillos del tren, nenes pidiendo monedas, es muy fuerte el paisaje de
nuestro Buenos Aires querido. Cuantas ganas de salir corriendo a abrazar aquel
nene, que tanta indiferencia recibe de la gente en la que él busca una ayuda,
para decirle que todo va a estar bien, que su vida va a tener un futuro mejor;
pero no me animo, lo miro con angustia y la vez con admiración. En ese momento
me pregunte: ¿cuanto valor, cuanta fuerza necesita esa personita para levantarse
cada mañana y seguir luchando? ¿Cuantos seres humanos se encuentran hoy en la
misma situación? Y por donde quiera que mire esta la respuesta. Miles de vidas están
pasando por la misma situación, millones en todo el mundo buscan la manera de
sobrevivir, de hacer algo mejor con la realidad que les ha tocado o han elegido
vivir.
Familias
enteras sin un techo donde dormir es el paisaje al que nos vamos acostumbrando.
Barrios pobres que se expanden en vez de mejorar, villas de emergencias creadas
varias presidencias atrás que terminaron siendo para siempre.
Delincuentes
que buscan ganarse la vida de manera fácil, que a esta altura ya no se si es a
lo que el sistema los lleva (como dicen muchos) o eligen serlo. Voy a ser
sincera, ¿cual es la diferencia entre los que roban para comer y aquel que lo
hace para enriquecer y aumentar su poder engañando a millones de personas? Para
mi hay mucha diferencia; ¿quienes deberían estar presos? Marginados y sin ayuda
de ninguna índole cometen crímenes que continúan impunes, y otra vez me
pregunto de quien es la culpa, de los marginados o de la justicia Argentina que
bastante ausente esta. Menores que matan pero no pueden ser enjuiciados,
cuantas vidas perdimos este año!! Pero no solamente por estos crímenes, sino
causadas por la negligencia de muchos. Picadas mortales, hombres y mujeres que
manejan alcoholizados sin importar cuantas personas pueden salir perjudicadas;
imprudencias a la hora de manejar que cobraron muchas vidas; fiestas en
boliches que terminan en desgracia. Culpamos a unos pocos pero todos somos
culpables.
Mientras
escribo esto, se me cruzaron docenas de preguntas y en casi ninguna encontré
una respuesta. Solo ideas consoladoras que se me ocurren para no dejar de
creer. Tantas veces nos hacemos problema por cosas que no tienen importancia
(me incluyo), muchas veces me ahogo en un vaso de agua por situaciones que no deberían
importar; o simplemente nos angustiamos pensando en alguien, esperando que algo
llegue y nos salve. Nos olvidamos del hecho de vivir, nos gastamos el tiempo
pensando: "que hubiera pasado si..."; "por que no hice o dije
tal o cual cosa..." Parecen boludeces comparado todo lo anterior, pero es
la verdad. Hay muchos en peores situaciones que necesitan ser vistos, ser
salvados.
¿Cuanto tiempo
mas tendremos que esperar para que las cosas cambien? otra pregunta sin
respuesta. Yo quiero creer que se puede cambiar esta situación, que podemos ser
un país mejor.
Noelia Alejandra Centurión.